miércoles, 11 de diciembre de 2013

Los locos de la azotea: volvió el fútbol planexwerense

Cuando todo hacía suponer que el alguna vez glorioso futbol planexwerense había sucumbido para siempre hundido en la corrupción plena y la desidia de su vetusta dirigencia; aun cuando muchos aseguraban que sin aquellos viejos valores de antaño, nombres que llevaron el club a lo más alto (como “puntín” Micheloni, Julio
Pulito, “Vitamina” Edmundo, o la “saeta” Barrionuevo) el club seconvertiría en un mero recuerdo de algunos nostálgicos. A pesar de la poca fe que los socios vitalicios le tenían a las nuevas generaciones encarnadas en “locomotora” Vodanovich o “enorme” Re-Denzo (la nueva adquisición del club para la defensa de la vaya)… un día de esta primavera tardía apareció un email de Bilbao diciendo “vuelve el fútbol”, y así fue que en la tarde de ayer las pecheras rojas y negras volvieron a cruzarse, esférico mediante, en una azotea de la Av. Cabildo.
Si hay algo que no cambió en absoluto en el club, a pesar de la ilusión que tenían sus más acérrimos detractores, es la influencia del zar del futbol planexwerense, Jorge Julio Humberto Bilbao, que tras bambalinas sigue digitando los destinos de la institución. Su estilo violento, sobrador y pendenciero sigue intacto sobrevolando la atmósfera del club, con el poder suficiente para coaptar a jóvenes integrantes de las nuevas camadas (vaya a saber uno con qué promesas o, peor aún, con qué métodos intimidatorios) para le hagan el trabajo de reservar la cancha, recaudar la guita y hasta conseguir los jugadores para cada encuentro.

El tinglado de la azotea de la Av. Cabildo albergó a dos equipos desparejos (armados al antojo del
mandamás, donde, por supuesto, él salió beneficiado) pero vale decir que la distribución de históricos y nuevos valores se repartió con razonable paridad.
Así fue que la estrategia del equipo rojo fue hacer circular por los costados a Vodanovich y Ledesma, mientras Ariel pivoteaba por el medio y Fiorenzo desplegaba maniobras incomprensibles para confundir a la araña y colarle un par de
bolas, táctica que le rindió bastante, por cierto. Por el lado de los de pechera negra, Flavio tomó el
protagonismo, desplegando sus conocidas habilidades, revolcando adversarios y quemándole las
manos a Re-Denzo con tiros de media distancia.
Llevaba veinte minutos el encuentro cuando la circulación deficiente de oxígeno en el ambiente comenzó a producir estragos en algunos componentes, observables con extrema claridad en la calidad de sus despliegues físicos. Así fue el caso del debutante Ariel, una adquisición costosa del club que había generado gran expectativa: su casaca diabólica todavía no acusaba transpiración cuando comenzó a evidenciarse una conducta errante sobre el césped de caucho, que hizo preocupar no solo a la comisión directiva del club, sino también al personal paramédico apostado en las inmediaciones del estadio. “solo pido una nueva oportunidad” dicen que dijo el joven padre de gemelas “anoche las nenas lloraron toda la noche” se excusó. Trascendió que el club tendrá en consideración su particular situación.

La combinación del eficaz Flavio con otro debutante, Luis Villar, y la asistencia por el medio de otro histórico, el gran “Monstruito” Ortiz, más el juego rústico y malintencionado de Bilbao, fueron demoledores para un equipo rojo que empezó bien, con algo de brillo y paredes prometedoras que lograron goles bonitos, pero que pronto se diluyeron en pelotazos sin brújula de locomotora Vodanovich, que cuando no terminaron en la cancha de la lado, murieron en las manos de una inspirada araña. Paralelamente, la leyenda de la “chancha” Ledesma fue apenas la sombra de lo que alguna vez vimos en el Partenón de Floresta, y hasta dio un poco de pudor verlo pedir entrar un rato al arco para recuperar oxígeno. Pero claro, esto es apenas el arranque de una temporada, todo puede mejorar.
En el próximo encuentro el Zar promete que continuará el regreso de otras viejas glorias. En los pasillos del club se habla de que la saeta Barrionuevo, Cuachaca, Pulito e incluso el venezolano Oliveira ya firmaron y podrían ser de la próxima partida. También se dice que habrá una tanda de pibes recién salidos de la cantera.
Esto recién empieza. Ojalá la corrupción y la desidia no tiren por la borda otra vez los encuentros

jueves, 4 de octubre de 2012

Vuelve el Futbol planexwerense

La nueva (de)generación y algunos (pre)históricos…


Cuenta la leyenda que había una vez, no muchos años atrás, cerca del barrio de Flores, un grupo de jóvenes e intrépidos muchachos que los jueves por la tarde se reunía en torno del esférico, sobre un césped sintético, a correr y transpirar durante una hora, sin que a la vista pareciera haber un motivo aparente que justificara tan desmesurado esfuerzo. Más tarde alguien infirió que aquel despliegue de torpes movimientos, lejos de ser una lucha de catch de inexpertos (como alguien había sugerido) se trataba de un intento fallido de jugar al fútbol.

Así nacía el “fútbol planexwerense”, y una constelación de nuevas estrellas se sumaba al firmamento del deporte internacional. Luego, tras el éxito de la convocatoria, el grupete de los jueves se institucionalizó en un club con comisión directiva y todo, comandado por un ya por entonces veterano de origen chaqueño llamado Jorge Humberto Bilbao, que comandaría los destinos del club con mano dura y corrupción. El Zar Bilbao, como se lo dio en llamar a este vil dirigente, con su impronta de violencia e impunidad, no tardaría en tener oposición. Y así surgirían violentos enfrenamientos intestinos que ensangrentaron las páginas de este club, hasta hacerlo desaparecer por completo en el olvido… o al menos eso parecía.

Hoy, lejos de aquellos pronósticos agoreros que aseguraban que el club no levantaría cabeza nunca más; fuera de aquellas afirmaciones que certificaban que sin Micheloni o Brito era imposible armar equipos ofensivos (ofensivos para el deporte, principalmente); hoy, que Bilbao ya no es ni la sombra de la sombra que supo ser. Hoy, señores, 4 de octubre de 2012, el fútbol planexwerense vuelve a la vida, ahora en el barrio de Nuñez.

Con la presencia de algunos (tristemente) célebres históricos del club y una camada de púberes ansiosos e irrefrenables programadores, vuelve el fútbol de los jueves. Y ahí estarán, señores, enfrentados a regañadientes, de un lado la historia viva del club: un cúmulo de experiencia que vale más que unas cuantas patas tiernas… del otro: la nueva generación, un misterio por ahora, que será develado a partir de las 19 hs. ¿Serán dignos herederos del puntín michelónico? ¿Estarán dispuestos a gritar “no vale fundir” ante el menor amague de pelotazo? Si así llega a ser, a más de un histórico se le piantará un lagrimón, y dirán “nada ha cambiado”.

Hoy también será un momento de reencuentros, y la vieja camada estará atenta a ese instante en que los reflectores del estadio sigan la entrada triunfal de Pulito y Cuachaca, recién llegados del exterior para disputar el encuentro.

Mientras tanto, conforme se acerca la hora clave, extensas cadenas de emails ya saturan el servidor de la empresa; provocaciones e insultos que calientan el ambiente y despiertan la sed de sangre de los contrincantes… Tanto que algunos nuevos ya están asustados y se quieren bajar.

Esto se está poniendo bueno… Sin duda será un encuentro memorable.

No se pierdan mañana la crónica del partido.

lunes, 9 de agosto de 2010

Se cierra el ciclo del Futbol en Partenon

No amerita muchas palabras esta nota, simplemente mostramos la imagen del responsable de esta triste noticia.

lunes, 22 de marzo de 2010

Crónica Partido 44

Mucho más que un par de calcetines azules…


Siempre nos había costado tanto encasillarlo con algún mote, que más de una vez esta crónica había sido injusta con él, casi ignorándolo en los relatos, “A veces es mejor que no hablen de uno” decía sin embargo el tipo, ignorando la omisión de la prensa ante sus destacadas actuaciones. Pero el jueves, quizá por designio mágico de un par de calcetines o bien por la gambeta larga que lo caracteriza, F. Brito fue el destacado del encuentro: He aquí un relato que lo tiene como el gran protagonista.

La cosa empezó con una complicada coordinación logística de parte del zar para el traslado de los componentes de ambos equipos hacia el estadio, ya que el vehículo oficial del club (el C3) estaba en reparaciones. Así fue que entre las 18 hs. y las 18:30 hs., tanto Pulito como Pocholo se encargaron de apropincuar con sus carros los componentes del equipo, y antes de las 19 hs. ambas huestes ya precalentaban en el campo de juego. Hasta ahí nadie había advertido que Fernando Brito lucía, inusualmente, un par de medias de color azul oscuro.
En la comitiva que viajó con Pocholo sorprendió la presencia de un esporádico componente del equipo. Ostentando siempre un color en la piel como recién llegado de unas vacaciones por el Caribe, el inefable Angel Arleo irrumpió en las alfombras verdes y arenosas del Partenón, y no pasó tan desapercibido como le había adelantado su circunstancial compañero de oficina, FF, cuando el Comercial vaticinaba una andanada de papelonadas en su regreso a la alta competencia futbolística. Sin dudas la regularidad será clave para levantar un nivel que no está tan mal, y que en todo caso le falta más aire en los pulmones que idea y noción de juego.

Otro que reapareció fue el Bocha Battista. Ya hemos hablado, cada vez que se hizo presente en el Partenón, del fútbol que siempre tiene para derrochar este muchacho de auriculares encarnados. El jueves otra vez estuvo ahí su gambeta y toque preciso, pero también la falta de regularidad le jugó en contra. Algún filósofo de poca monta dijo que su juego se asemeja a un carrito de compras sin rueditas... ¿quizá un reflejo de la realidad que hoy día le toca vivir?

Pero talvez no sea necesario ahondar en las situaciones personales de cada individuo del equipo derrotado para entender el resultado del encuentro del partido 44. Quizá no sea cierto que cada vez que FF dice que su equipo tiene afano entonces es cuando más lo sacuden de goles. ¿Por qué no buscar la razón donde realmente se encuentra, aunque la explicación no sea otra cosa que la propia magia? Formado en la escuelita de fútbol de “la Cole”, ex integrante de la selección de fútbol de la mutual israelita, pero por sobre todo un habilidoso mediocampista de desenvolvimiento constante y parejo, enfundado en sus flamantes medias azul oscuro, Fer Brito fue quien se puso el equipo al hombro y llevó a los de casaca roja a lo más alto de la gloria futbolera de la muchachada PLX.

Nadie hubiera pensado que los de pechera negra, que arrancaron haciendo 24 toques consecutivos, iban a ser derrotados penosamente al cabo de unos cuantos minutos. Los rojos se empacharon: hicieron goles de cabeza, de media distancia, de corta de distancia (de puntín no, obvio, porque Micheloni faltó por una lesión), cruzados abajo, cruzados arriba, y hasta los goles que se comió Cuachaca fueron goles! Hubo goles con el arquero volando para tratar de atajarla, y hubo goles con un arquero esperando el colectivo apoyado en un palo del arco: “Te soy sincero, ni la vi!”- declaró después el irresponsable guardavalla. Del lado de los negros solo se oían alaridos tales como “Perdón!” “Uh, disculpá!”, “Soy un boludo!” y “Me la comí, perdón, soy horrible” y hacia el final un vociferado: “Qué mal que la estoy pasando!!”

Para el jueves que viene se anuncian regresos importantes y ausencias que brillarán. Por un lado, y ante la inminente finalización de su carrera de grado, vuelve a las canchas una figurita difícil: La chancha Ledesma: 150 kilos de pura garra deslizándose por el pasto sintético del Partenón de Floresta. Por otro lado, el siempre destacado L. Barrionuevo no será de la partida 45, ya que hará uso y goce de una licencia, según trascendidos, por paternidad.

Así, en los albores de un otoño lluvioso, los encuentros futboleros siguen su rumbo hacia su primer aniversario, dejando tras de si una estela de situaciones inolvidables que humildemente esta crónica intenta reflejar a su manera, y siempre que el trajín diario del laburo se lo permita.

lunes, 1 de marzo de 2010

Crónica Partido Nro. 41

Seis son Multitud!
Impensadas presencias, inesperados resultados…

Es viernes por la mañana y Micheloni se devora una medialuna de manteca en el office sin poder disimular la alegría que lo invade desde hace unas cuantas horas. Con la boca llena y chorreando café por las comisuras no se pierde la oportunidad para saludar a sus contrincantes del partido de la tarde anterior “Fiorenzo, les ganamos con un pibito de 13 años” dice casi gritando. Más atrás Brito sonríe cómplice y en su rostro también se dibuja una socarrona sonrisa de satisfacción.
Más tarde, un orgulloso y desbordante Zar Bilbao se encargará de gozar a mansalva a su eterno rival, Leo Barrionuevo y, por supuesto, a Guido Pinto, una nueva personalidad que se sumó inesperadamente a la runfla planexwerense que cultiva el fútbol cada jueves. Un debut medio traumático el del gerente comercial, que tuvo que vérselas con otra inesperada pero contundente aparición. Su tarea fue marcar al precoz muchachín de gorrita con visera, el heredero del Zar Bilbao, que, sin dudas y con apenas 13 años, fue la figura destacada del encuentro número 41.

En la oficina de comercial, mientras desayunan, Fiorenzo y Barrionuevo murmuran en lo bajo, y mascullan sobre los motivos de la derrota. Es que antes de que comenzara el partido hasta parecía que tenían ventaja deportiva con los elementos que la saeta Barrionuevo había pergeñado con su plan estratégico. Y si bien la diferencia en el resultado fue por apenas un gol, el triunfo del equipo de Micheloni, Brito, el Zar y su retoño, golpeó duro el ánimo de estos muchachos.

“Es que con seis integrantes por equipo no se puede ni caminar por la cancha” tiró alguien por ahí (integrante del equipo derrotado, obvio), aludiendo a la inusual cantidad de jugadores que integraron ambas huestes, tratando de encajar un argumento convincente para justificar la derrota (y acallar la percutiva gastada, que se tornó más machacante en horas del mediodía), pero lo cierto es que los de pechera roja demostraron personalidad de equipo: no hubo mucho lujo, es verdad, pero hubo toque y organización en un campo de juego que, en rigor de verdad, estaba superpoblado (no olvidemos nombrar los infaltables guadañazos de Bilbao, siempre dispuesto a ganar a cualquier precio).

En cambio, el equipo negro solo atinó a apoyarse en un Barrionuevo siempre inspirado, y solo dependió de sus individualidades; así como también de las de Pablito Rigoni Junior, que vino a revindicar a su progenitor, dejándolo bien parado a fuerza de tacos precisos y tiros certeros que, sin embargo, no alcanzaron para definir la contienda.

Fiorenzo, una vez más, no se dejó ver. Se escuchó decir por los pasillos de PLX que el caño alevoso que le metió Brito apenas arrancaba el encuentro lo desmoralizó de tal manera que todo el resto del partido se le hizo cuesta arriba. Más tarde, en su búsqueda desesperada por validar el título que había sabido ganarse como cabeceador habilidoso, salió atolondradamente a buscar un tiro por elevación, para terminar cayendo de lleno sobre su cadera, terminando revolcado aparatosamente en la alfombra verde, pidiendo a gritos el carrito y un traumatólogo.

Otro que supo rodar por el césped sintético del Partenón fue G. Pinto, que se las vio en figurillas cada vez que tuvo que enfrentar al Bilbaíto, quien lo superó prácticamente en cada pelota que tuvo que disputarle. Sin embargo es de destacar que el corpulento otrora rugbier, tras meses de inactividad deportiva (por cierto notoria a flor de piel), se supo parar en la cancha y bancarse la que viniera.

Así, una vez más, la saga deportiva que forjan cada jueves los muchachos PLX, tuvo un nuevo capítulo, con nuevas personalidades que siempre se destacan (por acción u omisión) y que se siguen sumando al submundo futbolero comandado por el Zar, y ahora también, con el aliento paternal “a lo técnico” de Dani Rigoni desde atrás del alambrado… Falta que N. Tarantino y A. Bazet se calcen el uniforme de porristas y el circo está completo. Las esperamos chicas!


martes, 23 de febrero de 2010

Crónica del Partido 40


Falta de casacas y llegadas tardes alimentan la ira del Zar

El partido número cuarenta del fútbol planexwerense tuvo características singulares, más allá de que en lo futbolístico haya aportado tan poco. Pero como esto es algo a lo que la runfla de los jueves ya nos tiene acostumbrados, poco influye. Lo cierto es que la cifra redonda y el regreso de dos importantes elementos del plantel (Bilbao y Barrionuevo) generaron ilusiones de un “jogo bonito” que no tardó en disiparse apenas comenzado el encuentro.

Ya en el precalentamiento, las extrañas piruetas esbozadas por algunos integrantes del plantel en las pruebas de tiros de media distancia comenzaron a sembrar un mar de dudas sobre la calidad futbolística del partido que se avecinaba. Esto se pudo ver claramente en los frustrados intentos del Zar Bilbao por colocar un centro en el parietal derecho a Fiorenzo, que se desvivía por llegar a esos tiros rasantes por la alfombra verde. Esos ensayos fallidos fueron la antesala de lo que se vendría luego en el partido.

Volviendo a los ensayos de precalentamiento, no es que queramos darle mayor protagonismo a este poco trascendente pretiempo introductorio. Sin embargo en esta oportunidad dicho momento se prolongó exageradamente durante unos cuantos minutos. El motivo: la negligencia de algunos componentes del plantel que no calculan con mayor precisión las vicisitudes que puede ocasionar el transitar por esta ciudad PRO a ciertas horas pico del día.

Sorteados los inconvenientes, y luego de una vergonzosa entrada a las corridas y con la ropa a medio poner de parte de Brito, Micheloni y Huguito, media hora más tarde de lo establecido, el encuentro por fin dio comienzo… Pero para seguir sumando irregularidades al evento, y para seguir restando puntos a la clase dirigente del club que no deja de ensuciar la pelota con sus irresponsabilidades, por primera vez desde que se juega con casaca oficial, el partido se desarrolló sin las pecheras rojas y negras que identifican a cada equipo. Se habla de una multa millonaria que recaería sobre el Zar Bilbao, principal responsable, aunque se descarta que con la presentación de un recurso redactado por su buffet de abogados, podrá volver a zafar de cualquier penalización.

A la hora de lo estrictamente futbolístico, las huestes comandadas futbolísticamente por Barrionuevo, que decidió de entrada ponerse el equipo al hombro, apabullaron a los desconcentrados de Micheloni, Brito y Cía., que sufrieron de manera notoria los efectos de la llegada tarde que no les permitió concentración y elongación (bondadoso este medio de encontrar una excusa tan inverosímil para justificar un triste rendimiento). Dicho esto sin detrimento del destacado nivel que supo mostrar la saeta Barrionuevo, un torbellino de gambeta que hizo atragantar de amagues hasta el hartazgo a los integrantes del equipo contrario.

En honor a la verdad, hay que decirlo, el equipo de Micheloni tuvo algún que otro destello, representado especialmente en la figura de un reaparecido Pocholo, que viene remontando su nivel después de tan descarnadas críticas emanadas desde este medio a sus paupérrimas actuaciones anteriores. Un bombazo cruzado de media distancia que ni el telebean pudo confirmar todavía si entró o no al arco, fue una muestra de que Pocholo está vivo y dispuesto a recuperar el nivel que alguna vez lo destacó como uno de los extranjeros con mayor proyección en el fútbol planexwerense. El propio Micheloni colocó un par de tiros por elevación que terminaron en el fondo de la red, y alguno de taco que, dice él, terminó en gol, pero del que nadie se acuerda bien. De todas formas su infaltable puntín afilado, siempre efectivo, esta vez no pudo cuando se encontró con un Bilbao inspirado en la vaya, que le sacó un pelotazo zumbante que iba al medio de su rostro, y que le serviría al Zar para salvar una actuación lamentable que lo puso una vez más en el tapete de la crítica, por no decir del hazmerreír.

Del lado del equipo que se alzaría con el triunfo, vale nombrar las cualidades de un jugador que viene recuperando su regularidad a puro gol: Marcelo Petrelli. Su estilo silencioso y eficaz encajó perfectamente en el despliegue táctico de su equipo. Sin embargo, algunos de sus detractores argumentan que la pesca de truchas en los ríos del sur, actividad a la que el joven MP es aficionado, lo influyó de manera tal en su vida que ahora también lo aplica en el fútbol: se la pasa pescando. Y aunque es cierto que es toda una rareza verlo a más de cinco metros de distancia del arco contrario durante todo el partido, la realidad es que, luego de una larga temporada lejos del Partenón, MP ha vuelto a ser una pieza clave en el cónclave deportivo de los jueves.

Continuando con el análisis de las individualidades, es de destacar la ausencia en los últimos partidos de la eficacia del parietal derecho de Fiorenzo, que venía manteniéndose regular en la presente temporada, y que había logrado inyectar al émulo de Palermo un exceso de autoestima que ya estaba comenzando a corroer el ánimo de sus pares. “¡Es imposible meter goles de cabeza si no me tiran buenos centros!” argumenta FF y, buscando una excusa, agrega: “¿Acaso pretenden que patee el centro y vaya a cabecear? Tampoco soy Edmundo!”, esquivando el bulto cada vez que se le quiere consultar sobre sus deplorables, inexistentes y tristísimas intervenciones en la vaya…

Se terminó la temporada de vacaciones y, de cara a la temporada 2010, esta manga de arriesgados aficionados al balompié necesita recuperar el orden y decoro que supo ser su marca registrada durante cuarenta jueves consecutivos. Y aunque siempre envuelto en el descrédito y las sospechas, la vuelta del capo mafia a la palestra dirigencial del club parecería garantizar el orden que está haciendo falta para respetar horarios y hacer cumplir las responsabilidades. La muchachada, siempre hija del rigor, se somete una vez más al yugo del Zar.
Efectos colaterales de pretemporada


La pretemporada viene dejando secuelas notables en algunos componentes del plantel planexwerense, y en el encuentro número 38 se dejaron ver sin mayores inhibiciones. Pero algunas ausencias físicas que se encuentran actualmente de pretemporada, como la del Zar Bilbao, sobrevolaron el Partenón cual fantasmas omnipresentes, afirmando su autoridad aún a la distancia. Así, el impune capataz de la mafia futbolera de los jueves, comandó desde su celular cada instancia del evento, delegando la nada fácil tarea de representarlo en la figura de otro histórico integrante del equipo: Leo Micheloni.

Sin embargo la preocupación de Bilbao por estos días no pasa tanto por las cuestiones futbolísticas en si mismas, sino más bien por las campañas de difamación a las que siempre está expuesto (casi siempre con justa razón). Y si bien es cierto que a esta altura de los acontecimientos su eternamente cuestionada reputación debería estar curtida hasta el punto de estar en condiciones de soportar el más descarado embate, las pruebas contundentes que este medio hoy expone al final de esta crónica difícilmente puedan ser refutadas. Si señores! no nos cabe duda que estamos asistiendo al final de una etapa de impunidad en la historia del fútbol planexwerense.
Este medio independiente se enorgullece de desenmascarar a este tétrico personaje. Y al hacerlo también dejaremos al descubierto las tretas que se pergeñaron durante tanto tiempo, que no solo implican al Zar, sino también a un inesperado cómplice, quien (nos hicieron creer vilmente) era su principal enemigo: L. Barrionuevo. Fuimos engañados en nuestra buena fe por las patrañas de estos sujetos que nos hicieron creer, se odiaban como perro y gato. Solo plantearemos una pregunta: ¿Es pura casualidad que las vacaciones de estos dos supuestos enemigos irreconciliables haya coincidido exactamente? En la foto publicada más abajo encontrarán la verdad: Ojo almas sensibles: es my fuerte!

Pero dejemos de lado estos escándalos que sólo empequeñecen al deporte que con tanto ahínco sostiene la muchachada de los jueves, haciendo denodados esfuerzos por evitar que sus impunes dirigentes manchen la pelota con vidas impúdicas y desordenadas.
Decíamos, la pretemporada afectó la situación de varios componentes del equipo, tornando deleznable la actuación de varios de los integrantes del plantel. Sin embargo, al estar éstos distribuidos proporcionalmente en ambas huestes, la contienda fue pareja y peleada hasta el último momento de un partido que, por error de los organizadores y por vaya a saber qué oscura mano, se extendió hasta las 20.30 hs. (es decir: media hora más de lo habitual). Tal fue el caso de Pablito Cauchaca, que su estadía en Brasil dejó secuelas que lo hicieron parecer a otro compañero que dice ser de esa nacionalidad pero que todos sabemos que es venezolano. También fueron notorias las cicatrices de una pretemporada que suponemos agitada, en el despliegue táctico de Marcelo Petrelli, que no se lo veía por la alfombra verde desde hacía varios meses. El joven maravilla de las transmisiones electrónicas de datos recibió un certero puntinazo de L. Micheloni (quizá su recurso táctico más característico… o su único recurso) que impactó de lleno en su mandíbula inferior, dejándolo fuera de juego por unos instantes.

A la hora de hablar puntualmente del desarrollo del juego, debemos decir que el partido tuvo una tendencia temprana y muy notoria a favor del equipo Rojo de Micheloni, Brito y Cía. Los de pechera negra habían depositado todas las fichas en la figura de Edmundo Ordenavía, confiando en el empuje y vigor que supo despilfarrar en contiendas anteriores. Pero el otrora destacado elemento del plantel mostró de entrada que no se encontraba en su mejor estado físico, y sucumbió a apenas empezado el partido, retirándose con una lesión que ojalá no lo aleje por mucho tiempo del Partenón.

Tras la baja del chaqueño de las filas negras, la zozobra se apoderó de Fiorenzo, Pulito, Petrelli y Cía., influyéndolos psicológicamente, lo que muy bien supo aprovechar L. Micheloni, que acentuaba cada vez que podía el mal momento de sus contrincantes con chanzas e insultos desmoralizantes, tales como insinuar que el plantel de pechera negra evidentemente venía de sufrir una sobredosis de autosatisfacción sexual (en honor a la verdad, él uso otros términos).

Sin embargo, y contra todos los pronósticos (y en especial contra los de Micheloni), el equipo negro dio vuelta el partido. Quizá por sentirse herido en su orgullo, quizá por las vitaminas que le aportan las empanadas de pollo del mediodía, el ayer muy criticado F. Fiorenzo se puso el equipo al hombro y salió a revertir un partido que parecía irremontable. Vulnerando cada recurso de la Araña; generando ráfagas de fútbol entre Pulito y Cauchaca, y hasta con un gol de parietal derecho (que lo afirman como un cabeceador consagrado), el partido terminó siendo de los de pechera negra, por un gol!

La situación, obviamente superó a Micheloni, que necesitó de la contención de su chica Agustina, que justo a tiempo apareció al final del partido. Trascendidos a los que tuvo acceso este medio afirman que fue Brito quien mandó a llamarla, para evitar que su amigo cayera en una depresión mayor aún.